VENTILACIÓN Y EFICIENCIA ENERGÉTICA

Lograr eficiencia en cualquier ámbito es fundamental y cuando hablamos de ventilación, la eficiencia energética tiene relación directa con el rendimiento del equipamiento.

El rendimiento es la tasa de conversión de la energía mecánica, que es entregada al eje del motor en energía «eólica», se traduce en el flujo y la presión del ventilador. La selección de un buen rendimiento repercutirá en el tamaño del ventilador y en su costo.

Un ventilador es una máquina que mueve un gas mediante un rotor acoplado a un eje. Convierte la energía mecánica aplicada al eje en aumento de presión del fluido operativo. Existen diferentes modelos de ventiladores, todos tienen sus respectivos rendimientos máximos, con énfasis en el perfil aerodinámico que tiene los mejores rendimientos. Una buena selección encuentra el punto de operación en una región de la curva de alto rendimiento.

Como parte integral del ventilador, el motor eléctrico también tiene su rendimiento. Este es la tasa de conversión de energía eléctrica en energía mecánica en el extremo de su eje.

El sistema de ventilación en el que está instalado el ventilador, es fundamental para que este funcione bien y sea eficiente. Los obstáculos y restricciones del flujo de aire, tanto en la succión como en la descarga, agregan pérdidas de presión al sistema y requieren más potencia del ventilador. Si no se consideran todas las pérdidas en el momento del proyecto, el ventilador puede terminar funcionando en una zona de bajo rendimiento de la curva. Estos son los llamados efectos de sistema. Muchas veces el proyecto acaba por dar algunas sorpresas como vigas, poco espacio, desnivel o tuberías que aparecen en la obra en el momento de la instalación, y el rendimiento/eficiencia de los ventiladores acaba mermado.

Cuantas más horas al día esté funcionando el ventilador, más importante será el consumo de energía y el costo. El mercado suele estar orientado a los precios de adquisición y poco a los costos operativos. Aquellos equipos que trabajan muchas horas por día, pueden acabar pagando rápidamente un mayor costo de compra, ya que tienen un mejor rendimiento.

Un caso muy frecuente entre tantos otros es el de los extractores de baño. Considerados como pequeños electrodomésticos, pocos suelen mirar el consumo energético, pero en un edificio que contiene decenas o cientos de ellos, es importante fijarse en el consumo.

Por ultimo, el uso de sensores de presencia, CO2 o humedad. Estos encienden el ventilador solo cuando es necesario y juegan un papel importante en el menor consumo de energía.

Es importante pensar en eficiencia a la hora de abordar un proyecto de ventilación. De ello dependerá la selección de equipamiento y el diseño de la instalación, para lograr así bajos costos operativos del sistema.

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