EL SÍNDROME DEL EDIFICIO ENFERMO

A fines de los años 70, fue notorio un aumento de síntomas relacionados con el desarrollo de actividades en nuevos edificios de oficinas, nuevas viviendas y nuevos edificios escolares entre otros.

Años después, en los 80, la OMS definió el “Sick Building Sindrome” o “Síndrome del Edificio Enfermo” (SEE) como un “Conjunto de molestias y enfermedades originadas o estimuladas por la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las cargas iónicas y electromagnéticas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y bioaerosoles, entre otros agentes causales identificados que producen, en al menos un 20% de los ocupantes, un conjunto de síntomas inespecíficos, sin que sus causas estén perfectamente definidas”.

En lo que respecta a mala ventilación, el desarrollo de tecnología de aberturas y la implementación de la construcción en seco, ha brindado ventajas como la aislación térmica y acústica, pero ha eliminado la “ventilación” que tiempos atrás existía por infiltración. Es por esto que hoy en día, es más importante que nunca pensar en la ventilación al momento de proyectar y construir.

Sería importante que los proyectos respondan a las siguientes preguntas con el fin de evitar el síndrome del edificio enfermo:

1. ¿Cómo vamos a aportar aire exterior en nuestras oficinas, que nos permita trabajar bien, que nos permita oxigenarnos, trabajar con buen ánimo, ser productivos?
2. ¿Cómo vamos a extraer los vapores de la ducha y por donde vamos a aportar el aire de reposición para que el baño del departamento no sea un monumento a la condensación y se llene de hongos?
3. ¿Qué vamos a hacer para que los chicos en las escuelas no se duerman, para que estén en condiciones óptimas para aprender?

Mi abuela no estudio ingeniería ni arquitectura, apenas tuvo estudios primarios, pero siempre tuvo claro que para visitar poco al médico había que, entre otras cosas, ventilar la casa todos los días.

Está en nuestras manos evolucionar hacia edificios “sanos”. Sería importante que la legislación acompañe, pero hasta que ello suceda se puede avanzar mucho (con poco) poniéndole un poco de cabeza y tiempo a este tema. Básicamente se tratar de vivir mejor.